El Congreso de Tecnologías Avanzadas y Tratamientos para la Diabetes (ATTD), celebrado recientemente, sirvió para destacar la necesidad urgente de establecer mayores estándares de seguridad y rendimiento para los sistemas de monitorización continua de glucosa (MCG) en Europa.
Los sistemas monitorización continua de glucosa (MCG) han revolucionado el manejo de la diabetes gracias a la innovación y las nuevas tecnologías, permitiendo un control más preciso de los niveles de glucosa. Sin embargo, a diferencia de Estados Unidos, donde la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) establece criterios estrictos, Europa carece de un conjunto uniforme de regulaciones que garanticen la seguridad de estos dispositivos para las personas con diabetes.
Ahora, un artículo publicado por la profesora a profesora Chantal Mathieu, presidenta de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), y otros nueve expertos en diabetes procedentes de toda Europa, propone la creación de estándares mínimos de seguridad y rendimiento para los MCG, que han denominado eCGM.
Estos requisitos incluyen el rendimiento clínico de los dispositivos, su exactitud, la seguridad e integridad de los datos y la transparencia en la evaluación. En este sentido, Mathieu ha explicado que “la MCG se ha convertido en el estándar de atención para las personas con diabetes tipo 1 y, en realidad, para todas aquellas que necesitan insulina en su terapia”, para añadir que “es fundamental que los clínicos y los propios usuarios confíen plenamente en la tecnología que utilizan”.
Por su parte, el Dr. Martín Cuesta, especialista en endocrinología en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid y coautor del estudio, ha subrayado la importancia de someter los sistemas MCG a rigurosas evaluaciones antes de su aprobación en Europa. En este sentido, ha señalado que “solo así podremos garantizar que continúen mejorando la calidad de vida de las personas con diabetes”.
Con esta iniciativa, los expertos buscan impulsar una regulación que brinde mayor seguridad a los usuarios y homologue los estándares europeos a los ya existentes en otros países, asegurando que la tecnología cumpla con los niveles más altos de calidad y precisión.
