La diabetes provoca un impacto significativo en la fertilidad femenina y está íntimamente relacionada con condiciones como el síndrome de ovarios poliquísticos (SOP), que está presente en un alto porcentaje de mujeres con resistencia a la insulina, de manera que padecerlo incrementa notablemente el riesgo de desarrollar diabetes en un plazo de 10 a 15 años.
Este trastorno afecta directamente a la ovulación, provocando anovulación y reduciendo las posibilidades de embarazo. Según Nuria Pérez, ginecóloga de Ginemed, hasta un 90 % de las mujeres con SOP padecen resistencia a la insulina, una de las principales barreras para la concepción.
Más allá del SOP, la diabetes tiene un efecto directo en la calidad de los óvulos y en la receptividad uterina. Además, el síndrome poliglandular autoinmune, asociado con la producción de anticuerpos en el ovario, disminuye significativamente las probabilidades de concepción.
Según ha afirmado la especialista, «un mal control de los niveles de glucosa puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo y comprometer el éxito de los tratamientos de reproducción asistida».
En el contexto de la reproducción asistida, las mujeres con diabetes enfrentan una serie de dificultades adicionales, de manera que una mala calidad ovocitaria derivada del control glucémico deficiente y las alteraciones inflamatorias y metabólicas, afectan la calidad embrionaria y la implantación del embrión.
Además, la flora vaginal, uterina e intestinal alterada por la diabetes impacta en el éxito reproductivo.
Con todo, las estrategias médicas actuales ofrecen soluciones para mejorar las probabilidades de éxito; y el control riguroso de la glucemia, junto con cambios en el estilo de vida como una dieta equilibrada y ejercicio regular, se han vuelto fundamentales.
Estas medidas mejoran la calidad de los óvulos y reducen los riesgos asociados a procedimientos como la extracción ovocitaria.
A pesar de los avances en su tratamiento, los efectos de esta enfermedad sobre la fertilidad siguen siendo un tema que requiere mayor atención tanto en el ámbito médico como social. El acceso a información clara y a tratamientos adecuados resulta vital para empoderar a las mujeres que enfrentan este desafío.
Se demuestra así que la relación entre la diabetes y la fertilidad es compleja, pero manejable con el apoyo adecuado; y con el avance de la medicina y un enfoque centrado en las necesidades de las pacientes, es posible superar las barreras que esta enfermedad impone, garantizando así que la maternidad sea una realidad accesible y segura para todas.