Una única infusión de células islotes cultivadas en laboratorio ha conseguido que el 83 % de los participantes en un ensayo clínico dejaran de necesitar insulina tras un año. Se trata de una innovación de Vertex Pharmaceuticals que podría cambiar por completo el panorama de esta enfermedad autoinmune.
Los resultados, publicados en la revista The New England Journal of Medicine, confirman lo que muchos esperaban desde hace décadas, y es que el tratamiento Zimislecel utiliza células madre pluripotentes convertidas en células productoras de insulina, que se infunden al paciente y migran principalmente al hígado, donde comienzan a liberar la hormona de forma autónoma.
De los 12 pacientes tratados, 10 eliminaron completamente las inyecciones de insulina después de 12 meses, en un proceso más sencillo de lo que parece que consiste en que las células madre pluripotentes se someten a un proceso de conversión que dura un mes, durante el cual reciben señales proteicas específicas que imitan el desarrollo natural del páncreas.
Estas células, una vez transformadas en islotes pancreáticos, se administran mediante una infusión intravenosa única y encuentran su camino hasta el hígado, donde establecen su nueva función.
El Dr. Mark Anderson, experto en diabetes de la Universidad de California San Francisco, ha explicado en relacion con esta inbestigación, que "se trata de algo transformador. Liberarse de la insulina cambia radicalmente la calidad de vida de estos pacientes".
Por su parte, el Dr. Robert Soler, referente en el uso de células madre, ha sido pionero en el uso de estas terapias para regenerar tejidos crónicamente lesionados, aunque los obstáculos todavía son importantes, y la producción masiva de células islotes requiere avances tecnológicos significativos, y Vertex aún no ha revelado el precio del tratamiento.
Además, mientras este ensayo no utilizó fármacos inmunosupresores, otras investigaciones como las de Sana Biotechnology están explorando células "hipoinmunes" para evitar el rechazo.
En este sentido, Giacomo Lanzoni, investigador de la Universidad de Miami, se muestra realista al afirmar que "este trabajo demuestra que la restauración de la producción de insulina es viable. Ahora debemos optimizar la técnica para ampliar su aplicación".
Esta nueva terapia celular va al rescate de la reparación de tejidos, como ya se ha visto en el tratamiento de fístulas perianales complejas, Incluso en aplicaciones aparentemente distintas, como el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, que investiga el uso de células madre mesenquimales para regenerar folículos pilosos, otra muestra del amplio espectro de aplicaciones.
Según ha explicado Doug Melton, pionero en terapias celulares, "estamos copiando la naturaleza para restaurar lo que la enfermedad destruyó".
Si se superan los obstáculos logísticos y económicos, esta terapia podría beneficiar a millones de personas, especialmente a quienes padecen formas graves de diabetes tipo 1, motivo por el que la comunidad científica celebra un paso crucial hacia la esperanza de una vida sin agujas, sin controles constantes de glucemia y sin el miedo permanente a las complicaciones.