Desmienten que los fármacos contra la diabetes usados para adelgazar incrementen el riesgo de suicidio

Los fármacos contra la diabetes que se usan también para el control del peso no están relacionados con un aumento del riesgo de depresión o comportamiento suicida, según dos nuevos estudios publicadas por la revista Jama Internal Medicine, que analizan los fármacos contra la diabetes análogos del GLP-1, como la semaglutida.

 

El primero de los estudios, encabezado por la Universidad de Pensilvania (EEUU), se centró en el uso de semaglutida 2,4 mg y concluyo que su toma para adelgazar no aumentó el riesgo de síntomas depresivos, pensamientos o conductas suicidas en personas sin trastornos graves conocidos., añadiendo que se necesitan más estudios sobre la seguridad psiquiátrica en personas con trastorno depresivo mayor y otras enfermedades mentales graves como esquizofrenia o antecedentes de intento de suicidio, pues no incluyó ese tipo de pacientes.

Este estudio contó con datos de 3.500 pacientes de varios ensayos clínicos y no reveló un aumento del riesgo de problemas de salud mental entre quienes toman el medicamento para adelgazar, señaló la universidad en un comunicado. Los investigadores examinaron cuatro ensayos sobre el efecto del tratamiento con semaglutida en personas con obesidad, que fueron cruciales para obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el uso de semaglutida 2,4 mg contra la obesidad.

Los científicos observaron que el 1 % o menos de los participantes declararon ideación o comportamiento suicida durante el tratamiento, sin diferencias entre semaglutida 2,4 mg y el placebo, de manera que el 2,8 % de los participantes tratados con semaglutida, frente al 4,1 % con placebo, declararon niveles de depresión en algún momento del tratamiento que requirieron la evaluación de un profesional de la salud mental, unas tasas que concuerdan con el riesgo de depresión significativa en la población general.

Según ha explicado Gregory Brown, coautor del estudio, “es posible que las personas con sobrepeso u obesidad que toman semaglutida experimenten síntomas depresivos o ideación o comportamiento suicida, pero los datos sugieren que las personas que no toman semaglutida (el grupo del placebo) tienen las mismas probabilidades de experimentar estas afecciones”.

El segundo estudio, encabezado por el Instituto Karolinska (Suecia) incluyó principalmente pacientes con diabetes, y no mostró una asociación entre el uso de agonistas del receptor del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1) y un mayor riesgo de muerte por suicidio, autolesiones o depresión incidente y trastornos relacionados con la ansiedad.

En la investigación se analizaron datos de casi 300.000 adultos de Suecia y Dinamarca que empezaron a tomar un agonista del receptor de GLP-1 o un inhibidor del cotransportador 2 de sodio-glucosa, otro medicamento contra la diabetes.

Según ha explicado Björn Pasternak, del Instituto Karolinska, y uno de los autores del estudio, “no hallamos ninguna relación clara entre el consumo de los fármacos y un mayor riesgo de muerte por suicidio, autolesiones o depresión y trastornos relacionados con la ansiedad. Esto es tranquilizador”.

Los autores de este estudio han señalado la importancia de realizar estudios más amplios a medida que se recopilen más datos. En este sentido, Peter Ueda, también co-autor del estudio, ha detallado que “es importante examinar específicamente a las personas con autolesiones o pensamientos suicidas previos, ya que corren un mayor riesgo y es posible que el perfil de seguridad del fármaco difiera en este grupo”.

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