El sistema sanitario público andaluz acoge en la actualidad el desarrollo de 129 investigaciones en el ámbito de la diabetes, con el objetivo de mejorar el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de esta patología, que se estima que afecta a un millón de personas en esta comunidad autónoma.
De esta manera, en estos momentos hay 55 proyectos activos competitivos dedicados al estudio de la diabetes que se llevan a cabo en distintos centros sanitarios y de investigación en el territorio andaluz. Estas investigaciones han logrado captar algo más de siete millones de euros de instituciones de distinto ámbito de actuación como el Instituto de Salud Carlos III o la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucia.
Por su parte, se contabilizan 74 estudios clínicos activos, de los cuales 46 son ensayos clínicos, 22 son estudios observacionales y los seis restantes son investigaciones clínicas con productos sanitarios. De los 46 ensayos clínicos que se están desarrollando, 18 se encuentran en fases tempranas (fase II), que requieren de un mayor nivel de complejidad en cuanto a medidas de calidad, seguridad e instalaciones.
Estas investigaciones se centran en evaluar la efectividad y seguridad de nuevos fármacos e incluyen estudios en los que se administra el fármaco por primera vez en humanos.
Las temáticas sobre las que tratan estos estudios son, en su mayoría, diabetes mellitus de tipo 2, diabetes mellitus tipo 1, enfermedades cardiovasculares derivadas de la diabetes y retinopatías diabéticas.
La investigación en diabetes que se desarrolla en el sistema sanitario público de Andalucía ha sido recientemente reconocida, y más en concreto, la Federación Española de Diabetes (FEDE) ha premiado en la categoría 'Reconocimiento a la investigación pública' la investigación que llevan a cabo los científicos de la Fundación Progreso y Salud en Cabimer, liderados por Benoit Gauthier, un trabajo que se centra en validar la eficacia antidiabética de la molécula denominada BL001, descubierta y patentada por el propio grupo de investigación.
En la actualidad, esta molécula está siendo testada y evaluada en modelos experimentales preclínicos (ratones) y en células humanas y "está dando buenos resultados, por lo que se concibe como un potencial tratamiento frente a la diabetes tipo 1", ha explicado Gauthier, que se encuentra evaluando su impacto en un modelo in vitro que recrea el mecanismo de la enfermedad.