Como ya es sabido, realizar ejercicio físico y mantenerse activo es una de las claves para mantener un buen estado de salud, de manera que la actividad física se utiliza habitualmente como tratamiento contra la diabetes, con el objetivo de controlar la glucemia, mantener el peso ideal, evitar complicaciones y buscar una mejor calidad de vida.
Ahora, un estudio reciente publicado en la revista de salud Obesity, apunta que, en función de la hora y el momento en que se hace el ejercicio, los beneficios puedes ser mayores o menores.
Así las cosas, según un grupo de investigadores de la Universidad de Granada, la actividad física nocturna da como resultado unos niveles más bajos de azúcar en la sangre.
Tras realizar el estudio, en el que se utilizó una muestra de 186 adultos con sobrepeso y obesidad, el patrón se repetía tanto en hombres como en mujeres. De esta manera, y más en concreto, el estudio recomienda realizar la actividad física entre las seis de la tarde y las doce de la noche.
Además, el estudio sugiere que el ejercicio debería ser de intensidad moderada-alta, con el objetivo de obtener los mejores resultados no solo en las personas con altos niveles de glucosa, sino también de hemoglobina glicosilada, y el índice de resistencia a la insulina en ayunas.
Los expertos aseguran que la obesidad no es una causa clara de diabetes, pero sí un factor que contribuye al desarrollo de la enfermedad, concretamente de la diabetes tipo 2. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) defiende que una de cada ocho personas en el mundo es obesa, un problema que va en aumento, sobre todo entre los más jóvenes, según evidencia un estudio publicado en la revista The Lancet, que advierte de que la obesidad en niños y adolescentes se ha multiplicado por cuatro desde 1990, mientras que entre los adultos se ha duplicado.