Susana Ruíz Mostazo es una montañera que ha coronado cimas como el Kilimanjaro, de 5.895 metros de altitud, o el Meru, de 4.566; y que ha alcanzado el campamento base del Everest; el monte Elbrús en Rusia (5.642 metros), la cresta más alta de Marruecos, el Tubqal, y el Sáhara. Su particularidad es que ha hecho todo esto conviviendo con su diabetes.
Según cuenta el Diario de León, la montañera compartía con Carlos, su marido, el hecho de estar siempre preparada con su kit para controlar la diabetes, hasta que decidió poner negro sobre blanco sus experiencias y hacer visible «que con las diabetes se pueden hacer muchas cosas y cumplir nuestros sueños mientras controlemos nuestra diabetes».
Así nació "Los sueños no tienen cima", un libro que es el relato de alguien que decidió torcer el brazo al destino y adaptar la enfermedad a su vida.
De esta manera, la montañera, de la mano de la asociación Ambi Bierzo, presenta además de ste libro, sus 111 historias de personas que viven con diabetes, una sefie de libros en los que cuenta sus hazañas, y con los que ha querido compartir la vida de 111 personas con diabetes a las que ha entrevistado para reflejar las distintas formas de vivir con esta enfermedad.
Susana Ruíz, que actualmente vive en Bilbao, ha colaborado con la Asociación Adile en alguna actividad de montaña como una subida a La Guiana en 2016. Desde que fue diagnosticada con diabetes ha recorrido senderos cada vez más comprometidos, entrenando a la vez su diabetes; y ascendió su primer collado cuando leyó Mi diabetes y yo estando en el hospital Virgen del Camino de Pamplona,
La montañera ha explicado que «hay alta investigación, educación diabetológica y cambios en los protocolos sanitarios», pero sin embargo, defiende la utilidad de subir montañas. «Para mí, no hay más utilidad en lo que hacemos cada día que sentirnos vivos. Por eso considero que subir montañas es de la máxima utilidad, porque te hace sentir», ha admitido en este sentido.
Su reto, señala, no era sentir que llegaba a la cima. «Para mí, la conquista era otra; era la lucha contra una enfermedad crónica», ha subrayado.
Conocer cómo afrontan la enfermedad personas que ha conocido a lo largo de las charlas que ofrece han sido otras tantas lecciones de vida que ha querido compartir en su segundo libro. «Muchas son personas que conocí de niños y se han hecho adultas», explica.