El bienestar de las personas con diabetes se convertirá en el foco de atención de la edición de este año del Día Mundial de la Diabetes (DMD’24), que se celebra el 14 de noviembre; de manera que el lema elegido: Diabetes y bienestar, centralizará tanto esta edicion como las dos próximas: de 2025 y 2026.
Conceder este protagonismo al malestar está más que justificado, sobre todo si se tiene en cuenta que la diabetes se ha erigido un desafío importante para la salud pública que afecta sobremanera al bienestar físico, emocional y psicológico de las personas que la padecen.
En este sentido, el Dr. Antonio Pérez Pérez, presidente de la Fundación de la Sociedad Española de Diabetes (FSED), ha explicado que “el impacto en el bienestar físico está bien documentado y se relaciona sobre todo con el desarrollo de las complicaciones tardías. Sin embargo, el impacto en el bienestar emocional y psicológico está poco reconocido y no existen recomendaciones bien establecidas sobre su manejo”, y ha recalcado que “en la actualidad, está bien establecida la asociación bidireccional entre las complicaciones crónicas de la diabetes y los trastornos de salud mental a lo largo de la vida”. Además del mayor riesgo de depresión y ansiedad que presentan las personas con diabetes, en torno al 50 % de ellas sufren malestar emocional por el “distrés provocado por la diabetes”, que está relacionado con la carga que representa el autocuidado diario, el temor a las complicaciones y el estigma social.
Esto, como subraya el presidente de FSED, “se asocia con un menor autocuidado y un peor control; y, si no se controla adecuadamente, puede empeorar con el tiempo y provocar un fenómeno de ‘burnout’”, asegura.
De esta manera, la estrecha vinculación entre la diabetes y los de trastornos de salud mental supone, por ejemplo, que la prevención y el tratamiento de las complicaciones de la diabetes ayuda a reducir el riesgo de desarrollar trastornos de salud mental, y viceversa.
Por este motivo, el presidente de FSED recomienda que “si el objetivo es mejorar la salud y calidad de vida de las personas con diabetes, es necesario adoptar un enfoque holístico, abordando tanto la salud física como la mental, la atención psicosocial de todas las personas con diabetes, con el objetivo de optimizar la calidad de vida y los resultados en salud”.
Por su parte, desde la Federación de Española de Diabetes (FEDE) valoran positivamente el hecho de poner el foco en el bienestar del paciente y sus familiares; de manera que según indica su presidente, Juan Francisco Perán, esto refleja dos cosas importantes: “por un lado, es el resultado de los grandes avances de los últimos tiempos en los tratamientos contra la diabetes, que nos han permitido a los pacientes y familiares disfrutar de un mayor bienestar; y por otra parte, hablar de calidad de vida en diabetes también revela la creciente importancia que se le concede a la humanización de la Medicina y la llegada de tratamientos personalizados y centrados en la experiencia del paciente”.
Por su parte, el Dr. Francisco Javier Ampudia-Blasco, presidente de la SED, ha puesto de manifiesto que “los avances terapéuticos deben tener una incidencia no solo en mejorar el control glucémico y en la prevención de las complicaciones crónicas, sino también en mejorar el día a día de las personas con diabetes”, y ha puesto como ejemplo la masiva difusión del uso de la monitorización continua de glucosa, “que reduce a mínimos la monitorización de la glucemia capilar y, además, ayuda al paciente en la prevención de las hipoglucemias y en el mejor ajuste del tratamiento”.