La Agencia Europea del Medicamento (EMA) analizará un posible riesgo de un trastorno ocular raro en pacientes que toman medicamentos como Ozempic o Wegoby, basados en el principio activo semaglutida, que se indica para tratar enfermedades como la diabetes o la obesidad.
El comité de seguridad de este organismo europeo ha informado de que ha iniciado la revisión de los fármacos que contienen semaglutida después de que dos estudios observacionales recientes hayan sugerido una relación entre los medicamentos y un mayor riesgo de neuropatía óptica isquémica anterior, un trastorno que se produce por una reducción del flujo sanguíneo que llega al nervio óptico.
Esta alteración puede provocar daños en el nervio y, en consecuencia, pérdida de visión. En la información que se ha hecho pública, la EMA recuerda que los pacientes con diabetes tipo 2 pueden tener, por circunstancias inherentes a la enfermedad, ya una mayor riesgo de desarrollar este problema ocular.
Por otro lado, ha recordado que otros dos estudios observacionales llevados a cabo con medicamentos basados en la semaglutida no han observado este incremento de riesgo.
Este trastorno ocular aparece sobre todo en mayores de 50 años, a menudo en presencia de factores de riesgo de ateroescleróticos, así como hipertensión arterial, diabetes y tabaquismo.
Típicamente, el trastorno se presenta con una pérdida de visión brusca, indolora y unilateral, motivo por el que según han aclarado desde la EMA, la revisión tendrá en cuenta todos los datos disponibles para evaluar este posible riesgo en ensayos clínicos, vigilancia postcomercialización, o estudios sobre el mecanismos de acción del fármaco.
Semaglutida pertenece a la familia de los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1), un conjunto de fármacos que han revolucionado el tratamiento de las enfermedades metabólicas.
Según los datos de uno de los trabajos observacionales citados, publicado en la revista JAMA Ophthalmology, los pacientes diabéticos tratados con semaglutida presentaban cuatro veces más riesgo de desarrollar la neuropatía óptica en comparación con los pacientes que no tomaban un agonista del GLP-1.
El hallazgo se obtuvo a traves de un seguimiento medio de casi tres años, del que el investigador Joseph Rizzo, del Massachusetts Eye and Ear de la Universidad de Harvard, en Boston, como autor principal, ha señaladoque el trabajo "es el primero, hasta donde sabemos, que informa de una asociación" entre semaglutida y el trastorno óptico, "aunque el diseño de nuestro estudio no permitió indagar en una relación causal entre ambos".
En el trabajo se siguieron a 710 pacientes con diabetes de tipo 2, de los que 194 tomaban semaglutida y 516 un antidiabético distinto de GLP-1. De 979 pacientes con sobrepeso u obesidad, 361 tomaban semaglutida y a 618 se les prescribió un medicamento para adelgazar distinto de esta familia.