Un grupo internacional de científicos, coliderado por los doctores Juan Domínguez-Bendala y Ricardo Pastori de la University of Miami Miller School of Medicine (UM-MSoM), en colaboración con la investigadora Elisa Oltra, de la Universidad Católica de Valencia (UCV), ha publicado en la revista Nature Communications un hallazgo que podría revolucionar el tratamiento de la diabetes.
El estudio, basado en la tesis doctoral de Silvia Álvarez-Cubela, codirigida por Domínguez-Bendala y Oltra, presenta por primera vez evidencia en tiempo real de la regeneración de células beta pancreáticas productoras de insulina, un avance que se ha producido gracias al uso de un pequeño péptido, el THR-123, que permite activar células progenitoras del propio páncreas para que generen nuevas células beta.
Según ha detallado la doctora Oltra, esto ha sigo posible “gracias al uso de un pequeño péptido llamado THR-123, es posible activar células del propio páncreas para que generen nuevas células beta, responsables de producir insulina”.
La clave del proceso es la activación de células localizadas en los conductos pancreáticos que, tras una transición intermedia, se convierten en células funcionales capaces de responder a la glucosa.
Hasta ahora, ningún estudio había logrado documentar visualmente este proceso en un entorno biológico natural, aunque según la doctora Oltra, “existe aún controversia en nuestro campo sobre si la célula beta puede regenerarse en el páncreas adulto a partir de células progenitoras o solamente por división de células beta preexistentes”.
Este trabajo aporta pruebas concluyentes a favor de la primera hipótesis, en la que los investigadores utilizaron secciones vivas de páncreas de ratón en cultivo, marcando los diferentes tipos celulares con colores distintos. “Con este método, conseguimos presenciar cómo las células progenitoras de los ductos pancreáticos (de color rojo) efectuaban una transición hacia células beta (de color azul) cuando se les aplicaba THR-123”, ha apuntado la investigadora.
Así las cosas, las imágenes obtenidas mediante tecnología de lapso de tiempo ofrecen una “evidencia incontrovertible” de la capacidad regenerativa del páncreas adulto.
Aunque el hallazgo se encuentra aún en fase preclínica, el equipo investigador se muestra esperanzado, hasta el punto de que Oltra ha concluido que “es pronto para aplicar estos resultados a pacientes, pero si confirmamos su seguridad y eficacia en otros modelos, podríamos iniciar ensayos clínicos en un futuro próximo. Además, el hecho de que otros péptidos de esta familia ya hayan demostrado ser seguros en humanos nos da una gran ventaja”.