El consumo de mango podría mejorar la sensibilidad a la insulina de las personas, según un reciente estudio publicado por un equipo de investigadores que examinó la incidencia de esta fruta en los resultados de salud de 48 personas obesas o con sobrepeso.
Cada participante completó una prueba oral de tolerancia a la glucosa de dos horas antes y después del ensayo; y durante el experimento, se indicó a los participantes que consumieran una pieza de mango o un producto de control dos veces al día durante cuatro semanas.
Los participantes en el grupo consumidor de mango tuvieron niveles de insulina más bajos después de las cuatro semanas en comparación con los del grupo de control, según han revelado los resultados.
Además, los participantes en el grupo consumidor de mango habían reducido la resistencia sistémica a la insulina en comparación con los del grupo de control.
Así las cosas, los investigadores han establecido que «los hallazgos del estudio sugieren que el consumo regular de mango mejora la regulación de la glucosa al aumentar la sensibilidad a la insulina a nivel hepático y pancreático, reduciendo así la cantidad de insulina necesaria para mantener los niveles normales de glucosa».
Además, los autores del estudio han explicado que «la mejora del control glucémico puede deberse a una actividad antioxidante endógena más efectiva, que está relacionada con una mayor sensibilidad a la insulina», al tiempo que agregaban que «los datos apoyan el consumo de fruta de mango como parte de un patrón dietético para abordar la resistencia a la insulina y justifican más investigación para comprender los mecanismos que sustentan las acciones de la ingesta de mango».
Estudios previos ya habían demostrado que la inflamación crónica de bajo grado puede desencadenar el desarrollo del síndrome metabólico, de diabetes tipo 2 y de obesidad.